jueves, 25 de julio de 2013

Caer


Animo y me dicen ánimo,
respira lento y te costará hacerlo,
llora en silencio que nadie te podrá parar,
inunda el pozo en lágrimas que luego te podrá sacar a la superficie,
nada en tus recuerdos 
y aguanta la respiración para que no te atormentes,

Disfruta de tu silencio, 

porque cuando sea de día lo extrañarás,
esquiva la mirada, 
que sólo vale la pena mostrarla a los que más estimas.

Hazte el desentendido, 

el distraído, 
el disimulado,
para que ellos piensen que no los escuchas,
y con esos datos recrea tu percepción,
analízalos,
invéntalos 
y dale color al mundo externo,

No eres como una planta que absorbe y luego se marchita,

 eres un ser que absorbe y expulsa, 
como un fumador que expulsa el humo de su cigarrillo
sabiendo que este hace más daño a los fumadores pasivos que a sí mismo.

Si te dicen algo, asiente y luego toma asiento; 

recurre al silencio,
a tu silencio,
a su silencio, 
y verás que no sabrán que hacer, 
porque tú lo dominas muy bien.

Si te caes,

pues no lo hagas repentinamente,
cae como las hojas del otoño,
para que apacigües tu dolor.
Y si no puedes hacerlo,
cae como si fueras un paracaidista, 
que está convencido que va a caer en tierra firme,
y cuando caigas grita, 
como si no te importara que te escuchen 
porque paradójicamente ocasionarás un eco en los demás,
y ellos te escucharán en la otra parte del mundo
 y pensarán que estás presente.

No escribas lo que sientes, 

siente lo que escribes,
porque si no lo haces,
cuando lo vuelvas a leer en otro momento ya no sentirás lo mismo.


Eyan