domingo, 10 de enero de 2016

Realidad vs ficción

Recuerdo que, cuando tenía once años, escribí mis primeros poemas (de amor). Mi amor existía, el de ella no sé, eso que llaman amor platónico. Tuve la (des)dicha de mostrarlos en un curso del colegio. Mi profesora, al leerlos, no creyó en mi autoría. Era obvio: ¿cómo alguien, que no ha vivido el amor, puede escribir sobre ello? Hay que sufrir, desgarrarse (eso que los adultos llaman experiencia). Pero en este caso discrepo: la ficción supera a la realidad.
Eyan

Feliz día de los inocentes

Mis elecciones políticas reflejan, en gran medida, la misma situación que mis relaciones amorosas: equivocaciones que tienden a la decepción y al fracaso.
Si tan solo todos los días fueran como los días de los inocentes, diría: estoy segurísimo que es el mejor candidato(a)... o, ¿quieres estar conmigo? Me basta un día para com(probarte).
Todo sería más fácil si la vida fuera un ensayo, un simulacro, una broma pesada -o no tan pesada- que se desvanece, fácilmente, con el bullicio de las carcajadas.

Eyan