pensé que era honesto,
pero para el amor,
no lo soy del todo.
Unos amigos nos presentaron
y me enamoré de ti a primera vista,
un instante que se volvió eterno,
una mirada,
una imagen,
un pensamiento,
un sentimiento,
un recuerdo inolvidable,
los días se convirtieron en noches
y las noches en días,
eso es cierto,
es una verdad,
pero lo que ocurrió después es fantasía.
Tus amigas te contaron
que de mis propios labios
salieron versos amargos,
ninguno describiéndote
como mis ojos lo hacían,
esos adjetivos bellos
me los guardé para después.
Sí, así les dije,
o mejor dicho,
así callé.
Ellas me preguntaron:
¿Te parece simpática?
Normal
¿Interesante?
Así parece
¿Inteligente?
No la conozco suficiente.
¿Te gusta?
No...nada que ver.
Les mentí, sí,
soy un mentiroso,
no puedo ser honesto con el amor.
Y tú no me entiendes,
no sabes si creer en mis palabras
o en mi mirada.
No creas todo lo que les dije,
quería esperar este momento,
estar a solas,
decirte mis sentimientos más profundos
porque las mentiras se desvanecen
cuando cae la noche,
cuando sueño contigo,
cuando hablo con tu sombra:
tu ausencia,
tu recuerdo se impone.
A ellas les mentí:
porque el amor no se comunica por teléfono malogrado,
porque un exceso de verdad deja de lado el misterio,
y una precipitada confesión ahoga el encanto,
la sorpresa de no saber si nos amamos
expande nuestro amor más allá de lo esperado.
es mejor sorprenderte con un regalo
que prometerte un millón de éstos.
Eyan