domingo, 21 de abril de 2013

Amanecer


Los pajaritos empiezan su orquesta musical con la llegada del alba,
imponen su presencia a través del sonido,
los canes hacen lo mismo pero sin éxito alguno,
los automóviles empiezan su marcha de forma ascendente,
pero igual son socavados por el bullicio de los animales,
los despertadores hacen lo mismo de forma sincronizada con la complicidad de los bostezos,
las puertas se hacen daño a sí mismas,
y los pasos de los mortales empiezan su marcha hacia las labores cotidianas.

El día empieza,
aunque el día ya empezó hace varias horas pero recién se hace evidente con su bullicio,
Creo que el amanecer es el único momento donde hay un equilibrio de sonidos en el mundo.
Momento corto pero trascendental porque da el inicio a las obligaciones humanas,
tiempo en donde todos bostezan a la vez:
hombres, animales y cosas formando una orquesta y creando una sinergia que no es valorada,
para algunos es el comienzo de un nuevo día,
para otros es la lucha por querer ser escuchados aunque sin éxito.

Pensé que el amanecer se asemejaría al ocaso,
pero hay una diferencia sustancial,
el primero es el comienzo pero el otro es transitorio,
aunque a los dos no se les presta la debida atención,
no son caras de la misma moneda porque uno empieza con el sonido mientras el otro lo mantiene,
El agua también se hace manifiesto a través de sus golpes en la bañera,
Inodoros recibiendo la mañana con la acumulación inconsciente de las sobras humanas,
Innumerables jaladas de palancas simultáneas van ahogando a las ratas en los desagües.



Tiempo...

El ayuno se apodera de mi mente, 
la búsqueda del vacío que queremos llenar con vacío, 
la sabiduría que queremos llenar con ignorancia, 
el grito que queremos transmitir con nuestro silencio, 
percibimos las cosas mejor mientras menos actuamos, 
amamos mejor mientras más lejos estamos, 
odiamos más cuando estamos más cerca, 
y agradecemos más mientras menos nos apreciamos, 
quiero compartir mi aire contigo,
ese aire que transmitíamos mientras nos acurrucábamos, 
ese aire pesado que transmite ternura y pasión. 

Hace poco te dije que te amaba,
 y me creíste y pensaste que era una verdad absoluta, 
que ese momento presente se convertiría también en futuro 
y que ese sentimiento perduraría en el tiempo, 
pues si lo era, 
pero ya no lo es, 
yo también lo sentía pero el tiempo se encarga de simplificar esos momentos 
y lo peor de nosotros es que tenemos memoria y recuerdos, 
piensas reafirmar tu dolor cuando recuerdas esas palabras,
pero la diferencia es que el tiempo ya ha transcurrido pero no tu olvido,
momento desdichado del desamor, 
momento sagrado que se vuelve intemporal, 
que luego puede ser transmitido a diferentes tiempos: 
pasado, presente y futuro. 

No te guíes de ese momento que si bien fue verdad pues yo ya no soy el mismo de aquello, 
yo no soy yo, 
yo soy otro, 
soy ese que no quieres aceptar, 
quieres aceptar al verdadero, 
al anterior, 
pues ese yo anterior fue verdadero pero ya no lo es ahora, 
olvidémonos y ahora piensa en estas palabras: 
No te amo, 
Vuélvelo absoluto e intemporal, 
Utilízalo ahora y posponlo para que te sirva de guía, 
y es así que todo termina, 
porque piensas que ya no te amo y no te podré amar.
Sin embargo, 
el tiempo es neutral.