sábado, 11 de abril de 2015

El tiempo sin tiempo

Día x: El tiempo que no quiere serlo

Se forma un paréntesis entre la vida de los sueños
y la vida cotidiana,
el tiempo deja de ser sí mismo,
la intemporalidad y la trascendencia
de un artificio cósmico y humano
que se esconde en la oscuridad,
en el silencio y en la inmovilidad.

Cansancio de las almas que caminan y corren
en una maratón sin fin ni recompensas:
movimiento que nos pide la vida,
pero que ha perdido sentido,
ya no lo es,
el tiempo ha sido atrapado
por sus propias creaciones,
se mira en el espejo de los ascensores:
la proyección hacia el infinito,
el tiempo se asusta de verse a sí mismo
como la persona que se detiene
y mira su pasado,
y reconoce que desperdició mucho tiempo,
mira su futuro y solo consigue ver
su pasado proyectado.

Desesperanza,
más de lo mismo,
el tiempo busca el cambio,
su cualidad inherente,
mas va a un tiempo sin tiempo,
como el viajero que se encuentra con otros tiempos
y otros seres: se miran con semejanza.

El anhelo de ser atrapado por este tiempo es poderoso:
¿por qué no? ¿por qué si?
En esas dudas de idas y venidas
el tiempo que no quiere serlo envejece sin darse cuenta.

Es tu tiempo,
mi tiempo,
que va más allá de los lugares y otros tiempos,
el que tú le dedicas,
como la creación de las cosas que se rebelan
contra el olvido.

No corras contra el tiempo
si ni siquiera puedes ir en su misma dirección,
sé el tiempo,
tu tiempo,
el de la vida y la muerte,
el del juego,
el rito,
el amor,
los viajes,
el tiempo dentro del tiempo.


Eyan

No hay comentarios:

Publicar un comentario