domingo, 16 de mayo de 2010

Fragmentos del libro "El canalla sentimental"

He leído el libro El canalla sentimental de Jaime Bayly y he visto varios fragmentos que me parecen interesantes, y que pueden desprenderse del libro. Para mí tienen la fuerza para independizarse y servir como reflexión, a pesar de que sea tan solo una parte de todo el libro. Hay unos fragmentos que escribe sobre el "verdadero yo" (usando mi propio término) es decir, sobre el único momento en que las personas se deselvuelven verdaderamente (tal como son, sin imitaciones ni engaños), me parece muy atinado su comentario, aquí lo cito:

Libro: El canalla sentimental
Autor: Jaime Bayly
Página 394 (tercer párrafo):

"Lo que me lleva a otra cuestión, más ardua por cierto
de medir y probar: la mejor versión de mí es sin duda
aquella que sólo yo puedo ver. Es decir que la persona que
más exactamente soy, la versión menos impostada o desho-
nesta de mí, aparece con más nitidez cuando estoy a solas.
Es decir que cuando estoy con alguien siempre miento
porque trato de ser alguien mejor o alguien distinto, no sé
si mejor, pero sí más amable y educado, de quien en reali-
dad soy. Es decir que la compañía humana (o incluso la de
animales domésticos) no resulta en modo alguno propicia
para mi bienestar, aun si se trata de personas (o de masco-
tas) a las que quiero.
Si esto es verdad (y para mí indudablemente lo es, aun-
que no podría probarlo, pues sólo puedo probarlo ante mí
mismo), soy más feliz cuando estoy solo, porque entonces
soy una peor persona.
Se podría inferir logicamente de lo anterior que soy
una mala persona, porque si me siento bien siendo una
mala persona y me siento mal tratando de ser una buena
persona, es que sin duda lo que me resulta natural es ser
una mala persona y lo que me procura cierto grado de ra-
zonable bienestar es aceptarme como una mala persona y
quererme como una mala persona y cultivar esas cosas ma-
las de mí, por ejemplo la pereza, el egoísmo, la mezquin-
dad, un cierto desprecio por la vida humana en general y
por la mía en particular.
No sé si esto que es cierto para mí lo es también para
otras personas, pero a veces pienso que algunas personas
son infelices porque no saben que en esencia son malas y
se engañan y tratan de ser buenas o virtuosas y ese esfuer-
zo, esa obstinación, esa terquedad por ser mejores no las
hace buenas pero sí más infelices.
Tal ves las personas saben que cuando están a solas son
peores, y por eso muchas le huyen a la soledad, porque no
quieren recordar las miserias que habitan en ellas, porque
esas miserias se disuelven o se encubren o se confunden
cuando estás con otras personas y entonces tu verdadera
identidad se entremezcla con las de los demás y ya nada es
verdadero, salvo el esfuerzo por no ser quien eres, por bus-
car en los demás lo que nunca hallarás en ti porque no tie-
nes el valor de buscarlo, de mirarte a la cara y decir: soy un
cabrón y me encanta ser un cabrón y lo que me divierte es
ser un cabrón y lo que me aburre es tratar de ser un santo.
Santo cabrón es lo que soy (...)"



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